
En este artículo busco, a partir de observaciones de audiencias referidas a la declaración del imputado y de entrevistas con defensores públicos, abogados, fiscales y jueces, analizar las representaciones y explicaciones de los agentes judiciales sobre la decisión de declarar o de permanecer en silencio en la etapa de investigación penal. A partir de ese material busco evidenciar cómo la decisión de declarar, o no, refleja evaluaciones por parte de los agentes judiciales y de los abogados sobre la naturaleza inquisitiva del proceso, sobre el papel de la defensa y sobre la clasificación y percepción acerca de los propios imputados. A partir de esas dimensiones, mi argumento es que la verdad en una causa penal se produce en gran parte a partir de la convicción de los agentes sobre ciertas versiones que pasan a ser consideradas por ellos como verosímiles. En ese contexto, verdad y mentira se revelan en el quehacer judicial como categorías instrumentales y relativas.